sábado, 20 de febrero de 2010

Asesores y contratistas independientes

Los asesores y contratistas independientes son la alternativa a Iqs empleados y se utilizan más a menudo. Un "asesor" es alguien a quien se le paga por pasar cierto tiempo consiguiendo información y dando asesoría: a un asesor se le puede remunerar por hora o según una base de honorarios. Los ejemplos de asesores incluyen al contador que prepara sus declaraciones de impuestos, el abogado que revisa sus contratos, el diseñador gráfico que diseñó la papelería de su negocio o el experto en relaciones públicas que promueve su campaña de publicidad. Estas personas manejan sus propios negocios y no trabajan para usted como empleados. Usted es su cliente y sólo les debe el dinero que ha acordado pagarles por sus servicios.

Los contratistas independientes son similares a los asesores y algunas veces la diferencia entre ellos se vuelve un poco, vaga. Esto se debe a que los asesores son en esencia contratistas independientes, aunque no se les llame así. El nombre "contratista" de inmediato trae a la mente la imagen de alguien que hace trabajos de construcción o reparación. Dichas personas por lo general son contratistas independientes porque se les paga por hacer un trabajo y lograr un resultado, sin que el cliente tenga el derecho de determinar los detalles específicos de la forma en que se hace el trabajo. Por ejemplo, si le pide a un contratista que construya un edificio para su negocio, usted puede especificar de manera general los mate ríales que se emplearán (dentro de los límites de los códigos de construcción. También, puede acordar con el contratista una estimación del costó total y un porcentaje para costos no previstos (por ejemplo, 10 por ciento). Pero usted no puede decir al contratista cómo clavar cada clavo o de qué manera colocar cada ladrillo, porque, ese grado de control corresponde a una relación entre patrón y empleado, misma que no existe con un contratista independiente.

Cada vez más dueños de negocios utilizan los servicios de asesores y contratistas independientes, tanto como les es posible, para no contratar empleados. Que tengan éxito dependerá de las leyes locales o los reglamentos fiscales y de cómo se conduzcan con los contratistas y asesores.